Vampiros en La Habana

Guión y Dirección: Juan Padrón
Productor Ejecutivo: Camilo Vives
Productora Delegada: Norma Martínez
Productores: Paco Prats y Aramís Acosta
Productores Asociados: Juan José Mendy (Estudios ISKRA S.L.)
PROGRAMA IBERMEDIA, TVE, CANAL PLUS
Directores de Animación: Juan Ruíz y Guillermo Ochoa
Directores Asistentes: Leonardo Pérez y Ernesto Padrón
Director de Fotografía: Armando Alba
Pinturas escenográficas dirigidas por Angel Suárez
Sonido: Carlos Fernández
Música: Rembert Egües
Trompetista: Philipp Slominski

Sinopsis

Pepe es el sobrino de un vampiro científico que tiene la fórmula para que los vampiros puedan ver la luz del sol, el la bebe a diario desconociendo su verdadera condición.

Mientras Pepe lucha junto a sus amigos para derrocar al poder de facto, un grupo de vampiros mafiosos yanquis y otro de vampiros europeos pelean por robar la pócima. De este evento resulta muerto el tío y Pepe, conociendo la voluntad de su tío, difunde la fórmula por radio para que todos los vampiros puedan disfrutarla.

Secuencias

Reseña (desde como pueblan los vampiros hasta el inicio de los conflictos entre ellos)

Planes (desde la primera infidelidad hasta la promesa de matrimonio)

Ejecución (desde la llegada de los europeos hasta el pleito por el papiro)

Distribución (desde que dicen que Pepe es humano hasta que tiene sus hijos)

Recursos formales

Desde la puesta de cámara los personajes son contados en primer plano o planos medios y se apela a planos generales para mostrar el castillo.

Se utiliza la mayor parte del tiempo la cámara en movimiento, con panorámicas, tilt y zoom in.

Se utiliza angulación normal, menos cuando se sigue a un auto en Chicago.

Cuando Pepe se abraza con su novia, seguidamente, flotan por un fondo rojo y con flores.

Desde el sonido se utiliza música de violín para un recuerdo en Europa, jaaz para la llegada del camión Flowers, música de tambores sobre el ataúd, música de piano de Casablanca y la música efectuada por Pepe (de trompeta).

Desde el montaje se utilizan placas de letras rojas para indicar el lugar donde transcurre la acción.

Los empalmes se realizan por corte directo y fundidos de imagen.

Desde la iluminación es escasa y puntual, en los personajes mafiosos, si no es normal.

Hay flashazos de color azul en el castillo, durante un baile y cuando lo van a buscar al bar.

Desde el arte, Pepe y sus amigos visten de modo simple, mientras que los vampiros van trajeados.

Hipótesis

En la película “Vampiros en La Habana” de 1985, de Juan Padrón se utiliza el sonido como defensa d lo nacional frente al imperialismo.

Validación

A diferencia de los yanquis que son acompañados de jazz y música de piano, la trompeta identifica a Pepe el protagonista revolucionario; para cuyos fines es necesario (arte funcional a la revolución) puesto que así puede seducir a la esposa del enemigo.

Puede observarse como por ver con la devoción que la ejecuta, el opresor le dice que ya no puede tocar esa melodía, que justamente es su medio de expresión.

Este instrumento, junto a otros, es el encargado de dar a la población un bien con el cual no se puede lucrar, que necesariamente debe ser “gratis” a la comuna, aspecto coincidente  a las políticas del país.

También este recurso acompaña el destino utópico, que logra Pepe.

Los personajes mafiosos, los cuales reconocemos por su vestuario e iluminación, se oponen a la simpleza de los nativos, valorizando de esta manera lo autóctono.

Al  margen del mismo título que marca un agente externo en la ciudad, son “chupasangres”. Puede verse como estos seres representan a países desarrollados.

El actuante que aparece como héroe desconoce su cualidad y casi no actúa como tal, exceptuando en su propia defensa.

Desde el montaje puede verse como los imperialistas también en su afán de beneficio propio aceleran los eventos, hay más cortes, en oposición al ritmo más dilatado de los cubanos.

Además se lee a través de los flashazos azules, la influencia negativa de estos seres en una tierra que busca otros fines.

Conclusión

La película metaforiza los conflictos e intereses de las potencias a través de grupos de vampiros, a quienes poco le importan los sectores menos afortunados, que representan los países subdesarrollados.